La pequeña redondez
de tus senos
se me escurrio
entre los dedos hoy.
Se ha fugado
de mi alma,
de mis manos
palpitantes resbalo
Agitada y temblorosa
Veias tras la ventana.
Y en lo inmenso
de tus ojos
vi lentamente
agonizar el mañana.
Hoy sólo me queda
en las manos
la textura de tus pechos,
su suavidad
de durazno.
Y en el alma
agonizante,
y en mis labios taciturnos
el sabor
de aquel verano.
©Armando Cano.
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Autor:
Armando Cano (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de agosto de 2010 a las 01:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: Armando Cano
Offline)
Comentarios1
Con grandes dosis de amor..
muy bello y romantico poema..
besos,,,
kalita
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