En un bar cualquiera
una noche de tantas
el vino a media luz
la copa carmesí
perfecto complemento
para tu vestido rojo
de escotes prejuiciosos
Y yo
mirando bajo el mentón
buscaba tu corazón
y no hallaba más que dunas
pobladas por las rosas.
Y yo sentado
aledaño a tu respiro
te miro
sonrío
y un frío
me envuelve de repente.
La gente
la gente que te observa
como a una clepsidra extraña
anacrónica
deseada
temida y deseada
como trampa para ratas
Te desnudo con los ojos
de vulgar imaginación
y un perdón inexorable
un indómito perdón
me sacude las entrañas
Y te beso
sin permiso
A veces
es mejor pedir perdón
que pedir permiso...
Comentarios1
LÍBIDO, INSEGURIDAD Y ALCOHOL... MAGNÍFICA COMBINACIÓN...
¿Verdad que si? Me alegro que te haya gustado. Abrazos siderales desde mi pequeño rincón del mágico multiverso con mi corazón en la mano y mi sonrisa en tus veredas
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