Llevaba en su cara una sonrisa perpetua
y entre sus clavículas colgaba un cascabel.
La vida te arrancará esa sonrisa,
le dijo la vieja voz de la envidia.
Y se juró no perderla.
La vida siguió adelante.
Ahora no recuerda qué fue del cascabel,
pero en su cara lleva
una triste sonrisa perpetua.
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Autor:
Bambú (
Offline) - Publicado: 27 de junio de 2020 a las 02:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, mariapdfoxa, itxaso, kavanarudén
Offline)
Comentarios3
Y se juró no perderla...
Esa sonrisa perpetua debe vivir en ella sin ningún condicionante que ose cambiarla.
Un saludo Bambú.
Mil gracias, José, así será.
¿La envidia será un síntoma de la infelicidad o de la distribución o qué?
Cariños Bambú
Jajajajajaja ¿de la infelicidad ajena, de la mala distribución de las bondades...?
Excelente
A pesar de todo mantener la sonrisa.
Un abrazo
Mantenerla como un estandarte. Defenderla como un bastión.
Me he acordado de ti, Kava, por el premio a Francisco Brines, que es de Oliva, y poeta.
Un afectuoso saludo
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