En el semáforo:
un niño,
carita de barro,
ojos de tristeza, está pidiendo monedas a los transeúntes.
Frena un coche, del que baja un hombre.
El hombre se acerca al niño,
saca las manos de los bolsillos y le da un cálido abrazo.
El niño queda mudo, quietecito.
El hombre se va esbozando una sonrisa. El niño se mira las manos y no sabe qué hacer con tanta riqueza,
que no le entra en los bolsillos.
- Autor: josesotelo ( Offline)
- Publicado: 2 de julio de 2020 a las 07:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
Comentarios1
Humana anécdota.
Un saludo Jose.
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