Los viejos maestros
Me aplaudían, me celebraban
Me honraron con lágrimas en los ojos
¿Que he logrado yo?
Que ni siquiera se sobre que
Cumbre está mi victoria
Está llanura es inmensa y se derrama
Sobre todos los costados de la tierra
Con casas deshabitadas de piedra
Hubo algunos que hasta me agradecieron
A mí, uno más tan igual, un personaje oscuro
A mí, sobre quién jamás se virtió un himno de nobleza
Mayo abondono ya el follaje y la tarde enciende brillante
En una atmósfera amarilla, por un rato
El aire y el recuerdo se iluminan
Yo que no sé dónde debo dejar
mis uñas y mis dientes
Siento mis manos, aferrarse
Ya se recoge la luz
Y solo arde el cielo
No hay ni una hoguera cerca
- Autor: Eduardo A De Nobrega F ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2020 a las 14:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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