Nuestro amor era tan grande que
No importaba la severidad del tiempo,
Unas veces soportamos lluvia torrencial
Otras en cambio, un sol ardiente, abrasador.
Nuestro tórrido romance se sentía, entonces
Éramos muy obvios porque aquellas caricias
Que nos dábamos, quedaban pintadas en el aire,
Flamígeras figuras difuminándose en el paisaje.
Nuestro amor llenaba de floresta los desiertos,
El agua salada de los mares se tornaba dulce
Y hasta el cielo abría sus puertas para que sonaran
trompetas y cantares celestiales que Dios nos enviaba.
Así era como nos amábamos, con la ansiedad de no
Tenerlo todo, de que algún detalle se nos escapara
De las manos para echar a perder, ésta grandeza de
Amor que con alma y corazón habíamos forjado.
Por todas esas cosas tuyas, yo te amé con devoción
Y tú me has amado con dedicación y orgullo, así
Amada mía es que hoy hemos llegado a éste punto,
Unidos para siempre, hasta más allá del tiempo.
Delalma
29/06/2020
- Autor: Delalma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de julio de 2020 a las 13:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.