Me he golpeado el pecho
con los puños cerrados,
y un eco tenebroso,
me ha carcomido el alma
el eco del vacío
del odio y de la rabia
y voy dejando al paso,
insomnios y resacas.
Me he visto en el espejo
que enmarca mi pasado
y las vacías cuencas
me han hecho un guiño helado,
un rictus tenebroso,
y el vidrio se ha quebrado,
dejando mil sonrisas
aullando en sus pedazos
Aquél que iba conmigo,
dejó me en la estacada,
se diluyó una noche
en medio de la nada
corriendo tras tus pasos
perdido en tu mirada
herido por tu ausencia
que acuchilló su alma
y se borró la imagen
que de él me acompañaba,
quemada por el rayo
de la desesperanza.
La música es un ruido,
los libros me abotargan,
la vida es pura inercia,
un viaje sin escalas
un rallye hacia la muerte
perdido entre montañas
bajando por el puerto
hacia el abismo negro
chirriando en cada curva
la goma de mis huesos.
Mas no suelto el volante,
disfruto en cada reto,
aúllo en cada trompo
y en cada derrapada
y no temo a la niebla
ni al hielo ni a la nada
y cuando me despeñe
en una madrugada
el grito de mi triunfo
resonará en tu almohada
se clavará en tus sueños
taladrará tu alma
desgarrará tu vientre
y empapará tu cama.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 2 de julio de 2020 a las 14:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
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