Me quiso atacar la agonía mientras pasaba por el desierto;
Titubeante y maltrecho me encontraba, sin un lecho donde descansar mi cuerpo.
Andaba sediento de agua viva, esa agua de manantial que brota para vida eterna.
Y parecía que se me iba la vida, mientras me abrumaban las muchas guerras.
Segui caminando y casi a punto de desfallecer, alce mis ojos y vi un oasis que saciaría mi sed.
Mi alma estaba seca y a lo lejos estaba EL, quien con sus manos abiertas me decía: soy Jesús, ven a beber .
Yo quiero saciar la sed espiritual que te está matando y llenando de tristezas.
Quiero llevarte en mis brazos de amor, sanar tus heridas y borrar tus dolencias.
Y que en su tiempo puedas comprender, que yo soy el buen Pastor, oasis de agua viva, Maná del cielo y sustento, para el que quiera creer.
- Autor: Wuiliam (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de julio de 2020 a las 19:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Nuria de espinosa
Comentarios1
Precioso alzamiento a los distintos amores. El maternal y el espiritual. Muy, muy, hermoso. Un placer leerte. Abrazos
Gracias
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