Lo cruel de mi razón..... es que, en la continuidad de tu nombre, rebotando incesante en los lugares más profundos de mi inhóspito sufrimiento,
esta siempre aquí presente….tu olor, ese perfume de tu cuerpo que me acaricia de manera abrupta,..... casi asfixiante, sin compasión,
Lo que se me hace más difícil de olvidar es el ademán de tu cuerpo, ese movimiento continuo de tu cuerpo manifestándose, a tu completa disposición,.
si no hubiese sido dueña de mi misma, estaría dispuesta a caer rendida ante tus brazos, sin ningún tipo de arrepentimiento
eso me hace pensar que los miles de maneras, que tuve que hacer para olvidarme de ti, no funcionaron,
aunque tú no estás aquí,...... logre alejarte de mi vida, pero no te has ido por completo,
No te miento la vida no es un lugar oscuro y desolado sin tu presencia, pero tú para mí eras,
algo que debía, pero no podía dejar,
eras como el olor de la lluvia al caer en los suelos secos,
como el profundo y delicioso sabor de un café en la mañana,
un sueño que no puede ser percibido en la realidad,
una época exquisita y casi excitante de la vida,
eras en pocas palabras........ la vida que me faltaba,
quien pudiese haber creído que lo nuestro, en mi recuerdo sería tan sempiterno, elocuente, lleno tanto odio y rabia, pero que nunca ..........faltaría el amor
nuestra historia solo pudo haber ocurrido en mi mente,
en donde siempre seremos felices,
Ojalá lo nuestro pudiese haber tenido un principio, o siquiera un simple, pero a la vez trágico final.
Y aquí estoy yo, casi en el fin del mundo, susurrándote mis palabras, casi pidiendo que vuelvas de la manera más dramática y desconsiderada,
Exigiendo a la vez, sin prueba alguna .......que me vuelvas a amar.
- Autor: Tu novia eterna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de julio de 2020 a las 20:05
- Categoría: Carta
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Comentarios1
Eras como el olor de la lluvia
al caer en los suelos secos,
algo que debía, pero no podía dejar,
Y aquí estoy yo
exigiendo que me vuelvas a amar.
Precioso llegas al blanco con un
dardo directo al corazón.
Con gran cariño
JAVIER
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