Deberían saber que su piel
es la ciudad más hermosa del mundo,
una en donde todo siempre tiende a ser infinito.
Es natural,
Espontánea,
no tiene miedo a la revolución
que sus labios van provocando.
Siempre deja el miedo en casa,
improvisa planes y explora cuerpos,
mentes y lenguas distintas.
Dinamita pura,
sol ardiente de verano,
está enferma de autonomía,
contagiosa, algo que solo pocos
tienen la capacidad de controlar.
Es libertad, fuego, éxtasis, ceniza volcánica.
Desata la vida,
conquista con gracia,
devuelve la risa,
siembra ganas de quedarte a vivir.
Desata demonios,
crucifica santos,
personifica a Venus, la glorifica.
Está desatada
y no hay fuerza que en ella
sea el freno de mano.
Ni la poesía o las canciones,
de Cohen o McClain,
mucho menos su madre.
Ella no puede ser ni será conquistada,
no podés hacer más nada que intentar vivir su paso
o quedarte detrás, mirando sus estremecedoras curvas de un lado a otro
y escuchando a los malaventurados decir:
“vaya mujer de la que uno pueda enamorarse”.
Por ahora solo la tinta,
los folios y yo entendamos
que la poesía, la verdadera poesía
es aquella que brota desde los poros de su piel
y que no hay poeta
que logre interpretar.
- Autor: Alejandro Zamarripa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de julio de 2020 a las 22:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Vogelfrei
Comentarios1
Maravilloso🤗
Muchas gracias! 😀
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