Muy triste quedé en la alameda
cuando me soltaste la mano,
en mis ojos arreció la lluvia de mi llanto
dejarme morir así, ¡No, no era necesario!
Y vi claramente en tus ojos
las aguas turbias del olvido.
Te llevas musa mía las virtudes de mis años.
¿Qué haré sin el cáliz de nardo de tus labios?
En los míos quedarán los rastros de sus cenizas
y la fuente clara que dulcemente emergía,
cuando tú para mí sonreías.
Mi ternura al fin fue enterrada
en la primavera vacía de la rosaleda.
Te alejaste con el ocaso,
la noche tocó con su mano
un triste repicar en el viejo campanario,
dejarme morir así, ¡No, no era necesario!
- Autor: Escritor Nocturno (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2020 a las 11:00
- Comentario del autor sobre el poema: Y la vida te alejó de mí vivo ahora en el invierno de tu ausencia.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Susana Esmeralda, Syol *, Vogelfrei
Comentarios1
una excelencia de verso, me ha gustado mucho...
FELICITACIONES POETA..
Syol muchas gracias por leer estas humildes letras, en verdad es un honor que le hayan gustado, que pases una linda tarde.
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