Carta a los poetas

Emito mis aullidos de solitario

a los templos receptores,

esos rojos corazones

que son los poetas portadores.

Mi alma llueve en penas,

son sus penas las mías,

son sus almas roídas

las que lloran vacías.

A ti hombre, niño o fantasma

que llueves en penas de agonía

y la máscara cuelga incesante

a la caída, a ti emito mis aullidos.

Esta tinta que hierve en mi centro, estos ojos que dirigen atentos el hilo del vuelo de mi canto no son otros que los ojos de nuestro encuentro. Si lloras en soledad, ven a mi casa, a mi poesía, te ofrezco un vaso de amistad, si muerdes con fervor la máscara que cae agonizante por tu dolor, ven, descubramos al juego de la vida en un nuevo resplandor. Si piensas morir piensa en vivir, luego morir, pero no mueras sin vivir. Ven y vivamos juntos, desbordemos el mar de lo establecido y pongamos fin a las duras ramas de la vida según los no poetas.

Hago un llamado a todos los poetas, tomemos el mundo y si acaso fracasamos, si acaso nos fusilan por profanos, muramos con orgullo de intentar  volver nuestra la humanidad y ajena la futilidad. Corramos a pintar el sonido de las olas y dibujar el ruido de los amores encumbrados entre sábanas. Vengan conmigo y pintemos al día de noche, al dolor de amor y al final de gloria. Vengan y juntos viviremos, creemos la sociedad de los poetas vivos, cantemos con honor a nuestros poetas muertos y, si acaso tenemos suerte, vivamos la gloria de la poesía en vida y no en muerte. Vengan conmigo y comamos del dulce de los placeres y tomemos el elixir de la locura hasta que la cordura desaparezca y se reconozca en la luz, a ojos de todos tiempos y todos humanos, el tremendo engaño. Vengan y hagamos nacer la fraternidad, vengan y si la congoja los persigue, juntos la pintaremos de vacuidad.

Vengan poetas vivos, cantemos a la soledad, hasta que esos cantos emitidos de distintos puntos, hagan de nosotros una sociedad. La sociedad de los poetas vivos. Vengan todos a celebrar el don de la poesía que es la humanidad. Vengan y si acaso la soledad estalla y nos destierra y nos mata, moriremos sabiendo que nuestra pluma ha formado parte de nuestra sociedad: HUMANIDAD.