Los besos de mi amante, era una dulce alegría
Ella era caliente como un viento del sur
Era blanca, era dulce, belleza, y adorada
Recuerdo su voz y sus labios rojos
Es imposible olvidar sus santos ojos
Y su mirada, la mirada sin fondo
Es mi veredicto final y dolor eterno
Dejó la soledad eterna y una traza
Pensé que era solo una amenaza
Pero era una realidad que no podria verlo
Y ahora estoy solitario y abandonado, en el silencio
Una herida fondo sobre mi cuerpo es nuevo
Todo eso es insoportable y estoy loco
Cerró los ojos, porque no puedo nada,
Porque tu negativa es una espada
Como una ola, mi cuerpo se une al mar
Y el viento de la angustia aún las suele arrastrar.
- Autor: Juan miguel 13 ( Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2020 a las 06:47
- Categoría: Amor
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: José López Moreno.
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