No es que las calaveras
por sí solas inspiren terror,
lo que más miedo produce
es no poder identificar
si se trata de un amigo
o del enemigo más voraz,
si perteneció a un tipo humanitario
o a un gran depredador.
No es que las calaveras
por sí solas inspiren terror,
es que al desaparecer
la máscara de carne
es imposible precisar
ante quien se pueda estar;
a menos que la pálida lápida
señale con precisión
el nombre del occiso
y su anterior profesión,
fecha de nacimiento
y día de defunción.
Y quién garantiza
a entera satisfacción,
que la calavera
no fue cambiada,
y quizás...
la del abominable Hitler
se halle a buen recaudo
en el honorable mausoleo
de un ilustre benefactor;
y la de éste último...
tirada en un oscuro rincón.
Y no es que la calavera
por sí sola me inspire terror,
es que resulta difícil
identificar sin piel... el color
y adivinar sin ojos...
si la "mirada" es sincera.
o que ya sin tener los labios
pueda decirme algo,
si le place tenerme de frente
o le soy indiferente.
No es que la calavera
por sí sola me inspire terror,
lo que más miedo me produce
es saber... ¡que así soy yo!
xE.C.
- Autor: Alberto Diago (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2020 a las 02:48
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Willie Moreno, Yamila Valenzuela
Comentarios2
Que cosas...
Medio loco o ... Loco y medio ?? jajaja. Mil gracias por leerlo. Saludos.
Singular tu escrito amigo Alberto y a la vez espeluznante... Pero con contenido real, es decir reflexiones.
Abrazo y bendiciones.
MI AMIGO Willie : Lo escribí hace años, "medio loco". Y ahora hasta me da miedo... leerlo!!! Un gran Abrazo.
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