Confesiones

Haz hecho muchas preguntas a las cuales evadí la respuesta, pasado el tiempo creo que es momento de darlas.

¿Qué si me enamoré de ti?
Bueno, sí, llegué a sentir amor, la verdad es que sí me había enamorado de ti.

¿Qué si me arrepiento de haber estado contigo?
Nunca, nunca me arrepentiría de haber estado a tu lado.

¿Qué si cambiaría algo de nuestra historia?
Casi nada...
Esos tres puntos suspensivos son lo que yo cambiaría; cambiaría esa incertidumbre de no saber qué pasó; cambiaría esas ansias de pensar que volverías, sí, que volverías a escribirme, a hablarme, a abrazarme. Ilusamente creí que volverías a cuidarme.
Eso cambiaría, los puntos suspensivos por un punto final, cambiaría la incertidumbre y las ansias por certezas y la tranquilidad de no volver a verte más.

¿Qué si te amé o aún te amo?
Sin mentirte, me enamoré perdidamente de ti y también te amé con todo mi ser, pero ahora ya no, no te amo y lo sabes mejor que nadie, te aprecio y te quiero, pero, ¿amor? Amor, eso ya no existe entre los dos, entre los dos puede existir cualquier cosa, menos amor.

¿Qué nos pasó?

Bueno, eso no lo sé bien, pero puedo resumirlo en que ni tú ni yo dimos nuestro brazo a torcer en ningún momento y dejamos que el orgullo ganara siempre (no hubo una  buena comunicación), algunos años más tarde, después de todo el tiempo de nosotros, ya no es. Y aunque ya no te amo siempre te recordaré. Con todo el cariño en la intensidad que alguna vez te amé.