Porque los ojos no ven
y el corazòn persiste,
en que quedara el azul,
centellante, para siempre;
La corona de la aurora
no es el presagio,
es la extensiòn de mi mano
a todos los lugares,
a todos los extraños,
es mi canto tembloroso
afinàndose entre pùas,
son mis pasos
rompiendo mis miembros
en polvos de agua
para que beban los sedientos;
porque los ojos no ven
y el corazòn persiste,
en que su hueco se llenarà
en la esfera rosada,
de la eterna belleza
de este eterno camino.
- Autor: ... (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2020 a las 13:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Alexandra L
Comentarios2
Esperanzador poema.
Apapacho!
Gracias Yamila. Abrazo.
interesante pasar a leer.
saludos poeta.
Gracias. 💙
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