LAS campanas repicaron más de 13 veces
cuando el niño que no deseó ser hombre adulto
arañó el muro de la penetrante hipocresía.
Una sombra se dejó ver a medianoche;
alguien vociferó términos de revolución,
algunos pastores de hombres dijeron “basta”,
y la bondad se hizo silencio
de malestares y desfallecimientos;
mas el niño aquel no musitó nada para sí
únicamente asimiló la velada situación,
como el que besa la frente
de su amada difunta, gélida, marchita
y demasiado muerta para el mundo.
Las campanas repicaron más de 13 veces
justo antes de que llegase
la sombra final.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2010 a las 12:09
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: huertero
Comentarios2
Como cosa curiosa, ronda en estos dias tocando puertas de mis queridos y amistades llega tu poema como recordatorio que el unico requisito para que vuelva es un latido vivo... orando que se aparte y se aleje y tu poema insiste.
Bellisimo
un abrazo
me gusto tu poema
te felicito
abrazo grande
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