Es la hora del Lobo
que cuando uno está solo,
no sabe si es de noche
o de día, el esquivo reproche.
Exhibe su pàtina la luna
rojo damasco amarillo
todo magno reluce su brillo
que tal Ella ¡ no existe ninguna!
El lupercal goloso transmuta,
y el astro en su fase acompaña,
se vuelve fogosa la viuda araña.
¡Ay! de mi...desliz de lágrima impoluta!
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de julio de 2020 a las 12:16
- Comentario del autor sobre el poema: El misterio de la soledad acompañado, buscando en los astrales manes ,la performance que libera.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
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