¡Vete, vete de su terreno!
Fecundo y de él digno,
cuyos frutos dulcísimos,
no probarán tu veneno.
¡Vete hoy mismo!
De su jardín pionero;
que los portales te sean enemigos,
de hogares desbordantes en helechos.
¡Fuera, sombra de carnero!,
plaga de recuerdos en ponzoña,
amenaza latente de espíritu atascadero;
palabrera obnubilada por escoria.
¡Vete, vete de su esmero!
El que aguarda su colonia;
las cálidas chimeneas de invierno,
y los bulliciosos veranos en la costa.
¡Que te vayas de su vista!
Si la desilución le destroza;
dijiste ser moza, mujer selectiva.
Tan hermosa cativa y fina boca,
ocultaba daga en filo provista.
¡Vete, vete de su terrenal vida!
¿Que no ves las espinas que solloza?,
clavadas en piel de amante deshojado.
Y que por llenar tu cáliz plateado,
casi se nos va él, con viento en popa,
al descanso eterno en tu sanguinario rosal.
- Autor: Ellie 😁 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de julio de 2020 a las 15:54
- Categoría: Triste
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Johanny de Jesus, alicia perez hernandez, Ben-.
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