Invisible,
queda en mis palabras
la voz de tu armonía,
como la lluvia
empapando
la canción de los idiomas,
renacidos
en la íntima cadencia
de tu soneto apasionado,
el único escrito
en el libro de tus ojos
y en la sombra de tus labios.
En tu soneto
imagino
la poesía
existencial que nos enlaza:
sus valles,
sus montañas,
sus aguas intensas,
sus bosques
verdes como el mañana,
los rayos de luna
refrescando los caminos
de los heroicos poetas
que nuestro amor anticiparon
en sus églogas
y odas
escritas
en los sueños del futuro,
apenas delineado
en tus rimas
de niña enamorada.
Leer
el soneto de tu corazón
despierta,
incita,
revoluciona
la incesante búsqueda
de la metáfora original
escondida
en la piel allende la piel
y los sentidos,
donde se vive
sin haber vivido
y se ama
sin haber nacido,
al quedar grabado
tu nombre
en el papel de mis huesos
y el suspiro
imperceptible
de mis labios...
depósito del vino
en tu ser imaginado.
- Autor: minsandi ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2020 a las 01:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Matías García Fernández
Comentarios1
Bello. Muchas gracias!
¡Todo un placer!
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