En un hermoso jardín del Oriente,
donde las Epimélides descansan,
donde las feroces bestias se amansan,
mi corazón se ha quedado hondamente.
De mi alma y mente el jardín es el puente,
es ahí, donde las ninfas remansan
¿las ninfas cantan hasta que se cansan?
¡no sé! dijo un sátiro vivamente.
Hoy he partido, más no mi corazón,
he ido corriendo a los brazos de Ondina,
y me protegí en el caparazón.
Con mi gran pobre alma ya muy cansina,
Fui por mi corazón en el manzano,
y me dije ¿todavía es profano?.
- Autor: SirAvles (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de julio de 2020 a las 02:39
- Comentario del autor sobre el poema: Este soneto endecasílabo lo basé en las ninfas de la mitología griega, y el jardín de las hespérides, haciendo un guiño, en los tercetos, a la canción internacionalizado por la cantante Dalida, Salma ya salama.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 122
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