Diversidad de acontecimientos en nuestra vida generan pasión,
con inmensa consternación comprobamos la dura relatividad
porque un sinnúmero de nuestros instantes requieren compasión
por ser fruto directo del azar y la inconmensurable hiperactividad.
Todo el universo requiere del caos para su normal funcionamiento,
la monotonía conduce a la muerte e impide el ritmo del progreso
los puntos críticos de nuestra vida producen el pleno conocimiento,
sabemos, de antemano, que cada segundo dilapidado es sin regreso.
El ser humano, por su genética, busca a toda costa la banal riqueza,
por esta razón acumula sin cesar un torrente de cosas materiales
y olvida el valor verdadero de los intangibles por su radical torpeza,
cuando es esta una herencia adquirida desde tiempos inmemoriales.
Pocas veces reconocemos que el valor de la vida saludable es infinito,
no existe la recompensa para retornar el ser que al más allá ha partido
un enorme sufrimiento por eterno que parezca tiene un límite, es finito ,
sólo quedará en el confín de los tiempos, aquel bello instante compartido.
Jaime Muñoz,21 de diciembre de 2019
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Autor:
jamunoz (
Offline)
- Publicado: 24 de julio de 2020 a las 13:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
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