Adiós al viento
Que llega fresco
Desde este lago
De encantamiento.
Adiós al canto
De aves traviesas,
A las ardillas
Sobre la mesa,
A las poltronas
Que nos trajimos
Y nos llevamos
Para la vuelta
A nuestra casa
Donde aburridos
Entre bostezos
Tan cotidianos
Nos resignamos
A las rutinas
De vida brusca
Al despertarnos
Por la mañana
Con las noticias
Del mundo entero,
Pronosticando
Con la sorpresa
Del tiempo loco
Que ahora tenemos.
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