De nuevo… idéntico y reprimente resultado
que los dorados brindis siguen eterno su curso
sin humedecer jamás al sediento valle desecado,
copia asaz y repitente de nepótico Concurso.
Corean lauros finales los brillantinos Tribunales
con vítores triunfales solo para quienes no cantan prístinos enojos.
Áureas, bellas y amarillas, sean las derrotadas espigas de los trigales,
llorarán secas sus desazones, lágrimas morenas de muy tristes ojos.
Cabalgas el raudo corcel ¿jinete capital de la envidia?
o acaso eres el crónico y patógeno daltónico del matiz ocre,
pobre perdedor sintomático: no es virtud la estulticia
sin terapia moral que abate en rendición, padecer mediocre.
Sé valiente y masoquista, recreando tus añorados destinos
y siembra sementeras con fértiles bacterias no oficialescas
en tus sanos vientres nutricios de veros méritos cuasi divinos.
¡ Y quemen los santos benditos, con fuegos controlados, alimañas y yescas!
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2020 a las 16:56
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Dónde radica el nepotismo?¿ En la prostituciòn de los otros?¿O en la deficiencia mórbida de uno por carecer de autocrítica?
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
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