Se encarnan desde la córnea,
malestares poco indoloros.
Frenético el orgullo traducido en cólera,
ceguera que me hunde en aguas de lodo.
La niebla que hay en mis ojos,
espero que de irse sea pronta;
no como los sueños convertidos en despojos,
y el fármaco que bebí ahora.
Que no dejara sabor en mi lengua tosca,
ni peso en los huesos de mis hombros.
La niebla de mis mirillas incoloras,
que -presiento- no se irá con mi odio,
se ha de llevar mi telescopio del croma.
La que nubla mis pupilas ya de topo,
de mi enojo protagónica,
es la fina tela del velo que me corona;
y que ante mis ojos, es el embrollo del pasado.
- Autor: Ellie 😁 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2020 a las 21:04
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Alberto Diago, Ben-., Vogelfrei
Comentarios4
Bonito!!
La que nubla mis pupilas ya de topo,
de mi enojo protagónica,
es la fina tela del velo que me corona;
y que ante mis ojos, es el embrollo del pasado.
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MUY INTERESANTE PASAR A LEER, AQUÍ HAY MUCHOS CIEGOS PERO NO DE VISTA DE SENTIMIENTOS....
GUSTO LEERTE... SALUDOS
Muy bueno, genial poema, me alegra mucho leerte, un abrazo Ellie y suerte!!
....por cierto, Alicia lleva razón....
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