**~Novela Corta - El Reflejo en Aquel Lago - Parte VII~**

Confuso y con dudas, Eryx, vá a su encuentro con ellos, con los cuatro amigos de él, Eryx, y eran Evea, Fedora, Aliona, y Garald, cuando en el aire se dió lo que más hechizó, un rumbo y una sola dirección, si en el deseo se dió lo que más se obtuvo un reencuentro entre amigos. Cuando en el aire hechizó lo que más, a una piel, y que eran tan paralizados como aquel aire que ni los tocaba. Cuando en el momento, se debió de creer en aquella ilusión, cuando quiso en creer en ver a sus cuatro amigos allí, en el desierto entre el oasis y el pozo. Pero, Eryx, se vuelve loco, pues, la manera de creer que el silencio era un hechizo, pues, era la forma más ingrata de ver el cielo. Cuando en el desierto se creyó que el oasis, se dió lo que más un final desenlace, y un frío tan crudo como el ir y venir lejos de allí. Cuando de esos fríos, sólo dió lo que más, un sólo tiempo, en que el deleite se enfrío como el mismo frío que los tocaba a ellos. Cuando en la forma de creer en el silencio se debió de amar lo que más fue un desafío inerte y tan sosegado cuando halló lo que nunca, a sus cuatro amigos allí, al lado del oasis, observando el pozo, de donde provenía toda el agua. Y aquellos excursionistas Revex, Huvera y Hax, también se encontraban allí, observando el oasis, de una manera tan atrayente, tan real como el haber sido como el desierto tan frío como aquel que le tocó vivir a Eryx y a sus cuatro amigos tanto Evea, Fedora, Aliona y Garald. Cuando en el frío dió lo que más, un adelanto de agua fría, y se movió Eryx, entre aquella arena fría, entre aquel lago que ahora le pertenecía al desierto mágico, y se movió sí, perdió todo, pues, quedó varado allí en el desierto con sus cuatro amigos hechizados, y por la bruja Mystery. Tanto Evea, Fedora, Aliona y Garald, entristecieron de pena, pues, su acometido, volvió a enriquecer más el sufrimiento, de haber quedado atrapados allí por tanto tiempo, y hechizados por su propia alma y por aquella pureza innata y tan original que sólo el lago presintió al nadar en el lago con el alma inocente de Eryx, la que los llevó al hechizo mágico de la bruja Mystery en el lago Mistury. Cuando en el lago dió lo que más, un desafío inerte, flojo, pero, contundente, como si fuera tan intacto como aquel hechizo que hechizó a sus cuatro amigos dentro de aquella cueva tan peligrosa. Cuando en el pasaje de vivir, se enfrío el deseo de permanecer allí, pues, era sólo un desierto, pero, ¿cómo lograr escapar de allí?, se preguntaba Eryx, pues, su delirio deliraba entre el bien y el mal. ¿Cómo obtener, otra vez, el talismán entre sus manos?, y hacer que volviera todo a la normalidad, se decía y se preguntaba más y más Eryx, entre aquel desierto mágico. Cuando en el desierto se embriaga de hechizos y todo por la bruja Mystery. Cuando en el universo del desierto sólo se debió en creer en lo que más se petrificó, una fuerza espeluznante. Si en el reloj, se debió de creer en la hora exacta e inerte, de ver el único cielo entre aquel desierto. Y fue verdad, pues, el desierto fue y será, como el universo oscuro donde el brillo del sol se acostumbra a dar como siempre. Como una verdad en que se enfría el deseo de ver el cielo mismo, como una verdad en que se cuece el delirio. Se debe de percibir el instinto, en que se da el más suave de los momentos, cuando en el desierto se da como se da como la llave oxidada donde el fuego se cuece en ella. Cuando figurando el deseo en volver a descifrar el acometido fugaz, se cuece un delirio delirante de ver en el cielo, a todo un sol. Cuando en la alborada se da como el funesto instante en que se da como el aire sosegado y tierno, al fin y al cabo. Cuando en el ocaso se tiñó de noche oscura cuando Eryx, vió a sus cuatro amigos cerca del oasis en el pozo. Y se dió lo que más, una fuerza en fuerte deseo lo que quedó como el mal, en el desierto oscuro y desolado, si en el ambiente se dió lo que más se sintió si en el alma se debatió una sola espera, de saber que el destino era así. Si el deseo en regresar al mundo real dejando el desierto desolado inhabitado e inhóspito. Dejando al desierto frío y tenue y tan opaco y oscuro si sólo la luna pertenecía al silencio y a la luz brillante de querer amar al oscuro desierto. Y Eryx, sólo se debió de creer en la alborada triste y desolada, cuando en el albergue de la triste compañía, vió el combate de resucitar a sus cuatro amigos, Evea, Fedora, Aliona, y Garald, entre aquel oasis del desierto al lado del pozo de agua desértico. Cuando en el aire se dió lo que más envolvió el deseo en amar, lo que fue una mala voluntad en hacer creer que sus amigos estaban bien, si estaban hechizados, por la bruja Mystery. Cuando en el silencio se dió lo que más, una paz que hería a los oídos. Yá sus dudas, estaban aisladas, airosas y decididas al ver que sus amigos se hallaban en el mismo lugar que él, el cual, él nunca abandonó, esperando a reencontrarse con ellos, con sus amigos inseparables. Cuando en el azul del viento, se dió lo que mejor era posible, cuando el aire se dió lo más imposible de creer en la manera de ver el sol en el mismo cielo. Cuando en el desierto, se dió la forma más de creer en la magia de aquella bruja llamada Mystery, pues, en el desierto se dió la magia devoradora de atraer en el pozo a Eryx. Cuando en la alborada se da lo más pernicioso el rostro de ellos cinco de Evea, Fedora, Aliona, Garald y el de Eryx en el suelo de aquel desierto fantasioso e irreal del lago llamado Mistury. Cuando en el desierto se llena de una sorpresa y de una buena esencia, entre aquel desierto mágico. Cuando en la mañana se da lo que más se dió un dolor de cabeza, cuando a sus amigos no los halló en el lago sino en aquel desierto. Y la bruja Mystery se había marchado lejos, pues, con sus almas se había purificado de pureza, de lealtad y de cristalina roca que eran yá sus almas más puras, la de los cinco amigos que acamparon en aquel lago. Cuando en el desierto se llenó de frialdad de un instinto suave y sosegado, como que se dió un frío lleno ansiedades nuevas, cuando en él se dió lo más real de lo más irreal en aquel desierto tan frío.

 Continuará…………………………………………………………………………………………...