A mucha gente le ha sucedido alguna vez cuando
intentamos hacer algo por alguien y recibimos una
respuesta airada, o incluso interpretan que buscamos
sacar algún beneficio. Ante este tipo de situaciones,
solo queda pensar, que cada persona se halla en
un grado diferente de evolución espiritual, dando
solo aquello de lo que es capaz.
En cualquier caso la persona genuinamente amable
no espera nada a cambio ni se ofende por no haber
obtenido reconocimiento o un trato equivalente.
La amabilidad, no es un comercio del tipo "yo te
doy esto y tu me das aquello". La transacción
emocional, termina en uno mismo, porque tiene
en la buena acción, su propia recompensa.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2020 a las 03:44
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Willie Moreno
Comentarios1
Estoy de acuerdo, y añado más relacionado con el tema, que me ha recordado a este otro escrito:
Una vez un hombre rico le entregó una canasta con basura a un hombre pobre. Este sonrió y corrió con la canasta, la vació, la lavó, la llenó de flores y se la dio de vuelta. El hombre rico se asombró y le preguntó:
“¿por qué me ha dado flores si yo le di basura?”.
El hombre pobre dijo: "...porque cada uno da lo que tiene en el corazón..."
Interesante si señor, en efecto , hay personas que suelen dar u ofrecer lo que le dicta su conciencia.
Un saludo
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