Los ojos,
surcos buenos;
cascadas de nuestras grandes incomprensiones.
Dejarlos llover.
Dejarlos ser.
Es dejarse sanar.
Es dejarse amar.
Sumarle a la tormenta el sol.
Entregarle a la lluvia el dolor.
Es llenarse de amor.
Es darse color.
En el arco de nuestra mirada,
habla el iris,
ríe el alma.
- Autor: Matías García Fernández ( Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2020 a las 20:49
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Ellie Woonlon
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