Tengo acelerado el corazón
Nunca me había sentido tan cerca de la muerte
Tan cerca que me toca las manos y helada me deja.
La sangre ya solo en la cara me queda
Porque la demás a mi pasión le hereda.
Ese miedo cada noche al irme a dormir
Sin saber si otro día podré vivir.
Es la energía que me levanta al amanecer
Con esa euforia, que, en el ocaso, vuelve y me aterra.
Es como si una nueva persona se vistió de mi piel
Y la maneja sin piedad
La lleva a sus límites y no sabe hasta dónde podrá más.
Mis lágrimas son de fuego y queman
Cuando caen por mi tez
Pero con la misma energía que una vez cayeron,
Regresan a su hogar para confortarme
De nuevo y empezar el día una vez más.
05/26/20
- Autor: SueMe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de julio de 2020 a las 22:19
- Comentario del autor sobre el poema: Este es un poema que surgió al decidir cambiar mi vida de dirección. Salir de mi rutina y crear nuevos hábitos. Este paso no es tan "feliz" como usualmente nos lo muestran en las películas. Esta es mi reflexión sobre cómo me sentí esos primeros días.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mael Lorens
Comentarios1
Hola poeta...
Todo cambio implica desconcierto, intriga, a veces desconfianza y un sin fin de tanto más, pero según se dice, que los mismos son positivos en lo personal y analizándolo, creo que es valedero.
Éxitos!
Me agrado leerte.
Bienvenida.
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