Serena el alma mía en la gran pena,
el día, que de su alegría llena;
rota está mi alma, rota pero plena,
el día lo sabe, noche ya ajena,
No me dejes tan solo en mi gran pena,
ahora que tan solo ella me llena.
A veces yo no quiero pienso en nada,
lo quiero olvidar con unas espada;
más yo se que lo he de olvidar; de nada,
ahora dice mi mente, la osada.
- Autor: SirAvles (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2020 a las 15:40
- Comentario del autor sobre el poema: Este acróstico me ha demostrado que a pesar de todo, cuando quiere algo, nada lo puede detener.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 70
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