Hago un alto para juntar unas letras
y llamar a una paloma.
Quiero que lleve este manojo
y lo pose en una ventana.
Seguro que su vuelo llega pronto.
Seguro que aletea en la mañana
esperando llamar la atención.
Seguro que unas migas y unos versos
la estarán esperando.
Seguro que un corazón latirá con fuerza,
seguro que unos ojos se nublarán de emoción
al recibir los besos de estos (versos),
seguro que recogerá los suspiros de las estrellas,
seguro que escuchará los murmullos de las olas...
...Y dormirás, paloma, no lo dudes.
Descansarás de este viaje tan largo
en el tiempo.
Recobrarás tus fuerzas
para volver de nuevo, al otro día,
a contestar este mensaje desde el sur hasta el norte.
Será un viaje muy tranquilo y que conoces.
Tendrás las alas descansadas
y me dirás aquello que unos dedos te escribieron
y posaron en tu pico.
Ese papel de tintas invisibles,
ese crisol de tantas fantasía
y repleto de sueños y de viajes.
Y volverás, de nuevo, hasta mi lado
y en otro amanecer, vendrás aquí,
para leer el sueño que hay plasmado
en un sencillo y tierno corazón que tanto adoro.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/04/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 30 de julio de 2020 a las 04:35
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Willie Moreno
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