Ese tierno, y en ocasiones indefenso, animal a formar parte de mi vida ha llegado,
su compañía me es indispensable, la aprecio como si fuese parte de mis entrañas,
es un miembro indiscutible de mi hogar ,es cariñosa, me alegra si estoy angustiado,
es mi confidente excepcional, se enfrenta a menudo a personas que le son extrañas.
Es contradictorio porque sin ser un ente racional, sus instintos demuestran sentimientos,
en ella nunca encuentro rencor, los momentos amargos los olvida, sólo infunde ternura
su compañía me es indispensable, capta mis ratos tristes, borra de tajo mis sufrimientos
su alegría desborda con mi presencia, extraña mi ausencia, me observa por una ranura.
Todo su cariño es limpio y muy natural, poco le importa obtener una mísera recompensa,
anhela ganar mi afecto, siempre me hace un niño, compartimos inolvidables momentos
jamás imaginé que un ser que no es humano ,me daría gran felicidad como recompensa,
al creador le imploro salud y energía para olvidar eternamente mis lúgubres lamentos.
Vivo en un edén florido, soy un amo que disfruta al máximo el esplendor de su reinado,
mis actos tienen que derramar justicia y armonía para prodigar alegría a la bella mascota,
es frecuente que cuando la llevo de paseo acabe todas mis energías y me deje extenuado,
sus recuerdos son un verdadero tesoro que guardaré en un iluminado cofre terracota.
Jaime Muñoz, enero 20 de 2020
- Autor: jamunoz ( Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2020 a las 13:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Johanny de Jesus, Hilda Nohra Hincapie
Comentarios1
Escribes con el corazón.. Eso hace meditar!..
Saludos fraternos..
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