Extraña Soledad

Como un extraño hombre, en extraño país.

Extrañas palabras se me obligaron a escuchar.

Fue entonces cuando extrañe mi casa.

Corazones secos e insensibles encontré.

 Tal vez eran hombres extraños, sin corazón.

O errantes corazones, que habían perdido los hombres.

No lo sé...

Busqué extrañas palabras.

Para un raudal de personas;

No había nada...

Solo extrañas palabras, que me hacían sentir más extraño.

El tiempo más que raro, era extraño;

Tal vez medio día.

Hermosa melodía, se asomó a mi oído.

Opté por pellizcar, mi extraño corazón.

Extraña diosa se me presentó.

Me extrañó su belleza.

Extraña rosa traía.

Era negra, algo marchita.

Extraña alma sombría parecía.

Y con una extraña caricia, me entregó su rosa.

Extrañamente se enarbolaron mis cabellos.

Cubriendo, hasta las palpitantes estrellas.

Como se toca el arpa en la romántica noche,

Con su extraño ritmo...

Me empezó a explorar...

Me hizo extrañas caricias,

En lugares extraños.

Con sus yemas recorrió mis más...

Extraños lugares.

Ocultos, perdidos...

Tal vez desolados.

Recuerdo que ese extraño día,

Se despertó mi existencia.

Como ríe un día soleado. De colorída primavera.

Así fué, ese furtivo día.

Mi universo resplendeció.

Se desvanecieron; mi sol y mis estrellas.

Como extrañamente llora una vela…

Desparramada en sí misma.

Inmerso su vientre en el candente esperma.

Inmaculado en un silencio. Que calla eternalmente.

La soledad me abraza,

La soledad se aleja.

Marchita rosa negra cayó.

La luz se secó, se volvió polvo…

Como agua extraña sin oxígeno, no era nada.

Como agua extrañamente ahogada, ya desahuciada.

Como extrañas lágrimas al viento, nunca consoladas.

Cual extraño horizonte, me dio la espalda.

Me encontré tendido, más que derrotado.

Como soldado moribundo, ya deshonrado

Cuando cobran vida las palabras te confortan…

Pero cuando extrañamente mueren, te matan…

Me rodeo la peor muerte… la más extraña…

La soledad…

Cuando una rosa negra es tirada…

Un alma blanca ha sido levantada.

Recibí el abrazo más extraño.

El extraño abrazo de la Soledad.