A MI HIJO, QUE SE FUE SIN DESPEDIRSE...

Cuando partió para Italia mi hijo Gabriel, y en la imposibilidad de despedirnos, quedé en que le escribiría una despedida formal; y como idealista que soy, las despedidas tienen para mi un toque de vida o muerte, le prometí una despedida cónsona con la estrecha relación padre-hijo que se debería mantener siempre entre estos relativos; y pensando en ella como una relación ideal también, le escribí lo siguiente:

Sr. Gabriel Barreto.-Barquisimeto 05 de Junio de 2004

Querido hijo:

El destino quiso que fuese de esta manera que nos saludásemos hasta una nueva oportunidad en que nos veamos de nuevo. Quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti, de tus decisiones maduras y por el espectro varonil que le imprimes a tus actuaciones. Tú eres impetuoso como un huracán, decidido y firme como un trasatlántico; Dios te bendiga y te guarde grande y ricamente. Nunca te apartes de sus caminos, ni de su dirección.
Espero que le saques provecho a este viaje tuyo a Italia, que puedas saciar tus necesidades de alegría y disfrute, que tus ojos se abulten de las bellezas de los paisajes desconocidos que tiene la naturaleza para el ojo del hombre; pero dedica tiempo a cultivar el acervo intelectual con el aprendizaje de cualquier oficio, que puedas tener como norte desarrollar de una manera dedicada y concienzuda las 4 dimensiones d la personalidad (física, espiritual, social e intelectual) tal como lo hizo Jesús en Lucas 2:52. Explota al máximo tu potencial humano, tu genio inventivo. Desarrolla una personalidad agradable, que sin llegar a tener un espíritu de golosina, puedas defender tus puntos de vista arraigados. Que puedas exhibir siempre una delicada alma gentil; y que sin querer ser “chauvinista”en relación a la familia, ni de formación “prusiana” en el desarrollo del carácter, lleves siempre en alto lo que ha sido el estandarte de nuestro apellido, de quien tu eres en este instante el recipiente de los laureles de su Blasón y el responsable de mejorar en lo que sea posible sus adolescencias y carencias; y cuyo lustre de ese estandarte es y ha sido siempre: poseer la combinación perfecta de tener una comprobada inteligencia espartana, de tener un finísimo sentido del buen humor y observar una acertada y oportuna actitud de galantería y buenos modales, lo que ha facilitado siempre la atracción del sexo opuesto. Un buen Barreto dará siempre de que hablar bien, y yo confío en ti por lo que he visto de tu comportamiento y reacciones que caminarás siempre en ese sentido.
Aléjate de la contienda, abraza la sabiduría, hazte de buenos amigos y llega a la estatura de dar la vida por ellos. Un buen amigo es más confiable que la fidelidad de un espejo viejo.

Sigue amando a tus hermanos, nunca les abandones, intenta siempre que se respeten tus decisiones y sean encarecidas tus opiniones.
Confía en Dios por sobre todas las cosas y nunca dejes de consultar su libro.
Abre tu corazón constantemente a la enseñanza, déjate interrumpir, que la gente conozca de tu vulnerabilidad (o sea que puedas dejarte herir por las heridas de los demás) y sobre todo desecha lo simulado, lo falsificado por brillante que parezca; busca siempre lo original.
Ejercita el compromiso activo para que te identifiques con lo que crees.
Ejercita la Gracia (el amor que se inclina), el favor que realizamos aunque la persona no se lo merezca.
Mantén siempre claras tus ideas, no caigas en la mediocridad ( los que viven siempre en el medio ni arriba ni abajo). Aunque vivas en el reino de la vejez decrepita mantente con autoridad. Desarrolla una habilidad que no tengan otros y que sirva para infundir respeto en el adversario, para que siempre te tengan que oír con respeto, porque así sabrán que tu si sabes de lo que estás hablando; ese fue el ejemplo de tu abuelo con la música y el que yo te doy dominando otros idiomas, con lo que todavía estoy configurando mi esfera.

Busca la excelencia siempre, los mediocres son los que dicen “eso se arregla con cualquier cosa” cuando se les requiere algún servicio. Los excelentes cambian el curso de las cosas, son los que saben porqué se hacen las cosas, en lugar de saber el cómo se hacen las cosas.
Los excelentes le ponen su nombre al mundo sin darse cuenta de ello.

Basta ya de conformarnos con menos de lo mejor en nosotros y de convencernos de que la calidad, la integridad y la autenticidad sean negociables. Me pueden tildar de soñador pero estoy convencido de que alcanzar nuestro potencial pleno es todavía una meta digna de intentarse, aspirar a esa excelencia vale aunque la mayoría bostece y algunos se burlen; aunque se fracase ocasionalmente intentándolo. Recuerda el FRACASO NO ES DELITO.
 La vida es como una moneda, se puede gastar como uno quiera pero solo una vez.
Recuerda que a la hora de cometer errores no estaremos nunca exentos de ello, pero ten presente que si alguien es lo suficientemente valiente para pedirte explicaciones y lo hace de buena manera, se lo suficientemente humilde para darlas.
Algún día comprenderás, (espero que nunca) que como en mi caso, la única relación duradera posible con una mujer es casi siempre la de la nostalgia.
Y ten presente que por sobre todas las cosas Dios siempre te pedirá cuentas de todo lo que hagas y dejes de hacer, que hay una fuerza cósmica revolucionadora que mueve los confines del pensamiento y los misterios inexplicables, y que se pone en acción a tu favor cada vez que dispongas el corazón para dar. Da siempre cuanto puedas mas, hay un resultado inevitable de recompensa que aún cuando no quieras, no puedes sustraerte de recibir lo que Dios devuelve por eso. Recuerda que: Tus relaciones con otros merecen tu veracidad y tu amor. Tú mereces el respeto y la felicidad que producen esas relaciones.

Bueno, por lo que he escrito pareciera que son mis últimos consejos para ti, hay algo de trágico en mi personalidad para asimilar estas cosas que no me abandona nunca, algún día comprenderás cuando llegues a ser padre, que nosotros necesitamos una cierta rara clase de exclusividad en el trato que damos y esperamos de los hijos.
Sea como fuere, mi corazón se ha abierto y se ha vaciado en estas líneas.
Con el amor.
Con el traspaso de conocimientos de una generación a otra.
Con la confirmación de un Salvador poderoso y amplio en perdonar y amar, que está dispuesto a establecer una relación de pacto contigo para garantizar a tu descendencia la continuidad de las bendiciones que me ha dado a mi y que prometió a mi padre, herencia que él desea construir para tus hijos y los hijos de tus hijos, y en el mejor de los casos tus ojos lo verán.
Y ya, con el corazón a punto de salírseme por esta separación y que de alguna manera estaría dejando de ser yo si no tratara de unir mi espíritu con el tuyo, a través de la consejería que no tuve la oportunidad de plasmarte en el diario vivir de nuestras vidas separadas y que pusiera de relieve mis características de padre idealista que se alegra y comenta en silencio cuando advierte en su hijo algún rasgo hereditario positivo que ratifica la continuidad de la estirpe.
Te deseo lo mejor del mundo, la mejor de las suertes, que te vaya muy bien en todo. Te apoyo en todo lo que emprendas. De ahora en adelante le pediré a Dios que ponga un cerco de ángeles a tu alrededor para que seas protegido en todo lo que hagas y emprendas, le pediré para que poseas las puertas de tus enemigos y para que esta bendición sea traspasada a tus hijos por labios tuyos.

Tu Padre que te ama.
DIOS te bendiga querido hijo mío…