MIEL Y MELAZA
Déjame ser la niña de miel y melaza
Con el alma tierna rebozada en almíbar
Quiero iluminar con mis sonrisas rosas
Y llorar con lágrimas de estrellas
Quiero ser la del suspiro enamorado
La de la dulce voz que encandila sin palabras
La que llora de dolor si a ti te duele
la que llora de placer si de felicidad mueres
La que derrama semillas de amor por los caminos
y que brote compasión entre hermanos
Mi corazón esta bordado de verde
Como el valle que visito en mis sueños
Mis ojos de color de aceituna
Publican ilusiones, delirios
Centellean espejismos y quimeras
Difunden pasión y sosiegos
No me grites engañada por no ver como tus ves
Yo Percibo luces, ternuras y fantasías
Y me estremezco cuando las flores veo crecer
Yo Regalo canciones, versos y música celestial
Mi alma de niña destiñe inocencia
Se niega a aceptar sin sabores y angustias
No pertenezco al fango, no contamino, ni daño
Te brindo mis manos, sonrisas, mis luces y sombras
Déjame ser compasiva en días hostiles
Quiero ser la balsa de la pesadumbre
Cedo mi sendero llano y libre de espinas
a los pies sangrantes, esos, que peregrinan descalzos
Llámame loca si quieres, incluso chiflada
A mí no me ofendes, me alagas
Benditas las semillas de la candidez y pureza
Hacen crecen las raíces profundas
Llámame loca en esta locura porque esta lo-cura “CURA”
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