SENILIDAD.
Me acerqué hasta tu alma,
titubeante no lo niego,
como la tormenta calma,
en un cenit veraniego.
Y me adentré a tu corazón,
palpitante en su quietud,
más yo temí con razón,
no amaras mi senectud.
Y que equivocado estaba,
si en el amor no hay edad,
ni el tiempo ido contaba,
sólo el instante de amar.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
1 de Agosto del 202.
- Autor: VICTOR SANTA ROSA ( Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2020 a las 21:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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