Ahí estaba (la señora)
Con su pecho...
Intentando tocar el cielo
Y con su cadera, el infierno.
Me miraba...
En un campo fecundo,
En su red estuve preso,
Galopes y otro beso,
No hubo manera de salir ileso.
Ahi estaba (la señora)
Cabalgando el unicornio,
15 minutos fue una eternidad
Recorrió desde el sol a la luna.
Ahi estaba (la señora)
Jugando con el crin,
Semiafeitado...
Con sus dos manos,
en el lomo aferrado.
Con el cordel bien apretado,
Sus pies sobre el estribo,
Tomaba impulso
luego dejarse caer.
No hagas nada (me decía)
Mientras llevaba a su boca,
Mi hombría, mi fuerza viril,
Con sus labios apretados,
Saboreaba la blanca miel
Y se gozaba en sentir
Las venas y la rugosa piel.
Cuando miré
Ví salivas como cascadas
Correr por mi campana.
Trate de levantarme
Pero ella me dijo otra vez
(Quieto, no hagas nada)
Llenó su boca de placer,
Se sació de mí,
Cumplió su deseo,
De su experiencia fui preso,
Me sonrió y se vistió de dama,
Hasta la próxima, (me dijo)
aquí en esta misma cama.
Autor : Alex Garmer.
- Autor: Alex Gramt (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2020 a las 02:08
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: luna d octubre, Rous B
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.