Hay allí quietos enjambres de palomas
como inaugurados espacios sin vida
que crecen sostenidos apenas por rayos de sol
macilentos y distantes. En la lejanía
se vislumbra una quietud de paisaje
las horas dan muertas en el reloj del estanque,
y una cáscara podría venirse abajo.
Donde yo vivo responden las alcahuetas
se percibe el olor de lirios troceados, habituados
a la herrumbre de sus sartenes.
En la distancia, números y silogismos penetran
los lugares de mi infancia, quebrantan leyes, legitiman
huesos que forjaron existencias. Llevo
la esencia de aquellos osarios como constelaciones
en mi alma, y se forman arrecifes cada vez que los lloro
sin motivo alguno. Pero hay también
mujeres testimonio, rectangulares masas de brazos,
una luz invencible, un trono vacante, y un siglo
de esperanza. En esas avenidas maternales, donde
prevalece el silencio de las nubes, un mar de apariencia ciega,
aplasta los días y asoma directamente hacia los objetos.
Dualidades del espíritu contrario.
©
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Autor:
Ben-. (
Offline) - Publicado: 3 de agosto de 2020 a las 01:50
- Comentario del autor sobre el poema: Aquellos palomares antiguos y nidos de pájaros y aves, qué asombrosas construcciones eran, y cuánta belleza nos cedieron, al verlos, de la idea del mundo. Un abrazo para todos ustedes!!
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Lualpri, Pajarillo, C. Eduardo Barrios (Ex-Toki)
Offline)
Comentarios1
Vislumbro en la distancia
el arrecife de horas, el espacio
de vida, los rayos de esperanza
que prevalecen en tu testimonio.
En él, asoma tu espíritu y forja
de nuevo tu infancia, tus paisajes
y los motivos de tu existencia.
Percibo, Ben, que tu alma
está en la avenida
rumbo al trono de lirios y luz,
de la invencible ley, de siglos:
legítima, sostenida por
constelaciones de huesos
que lloran por su olor, su luz:
su esencia.
Un abrazo, y gracias por compartir
tan inspirantes y emotivas letras.
-ramiro
Me alegra que te gustara, buena inspiración, un saludo Ramiro!!
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