Bajo la sombra de los árboles coposos
Donde nuestro amor floreció y a veces nos ganó
La pasión de lo prohibido, en su memoria
Quedarán guardados para siempre
La historia de nuestro gran amor.
Grandiosa era la esperanza aquella
Grandiosos los días y las horas de espera,
Donde solo se brindaba el amor,
Por una mirada, una sonrisa; una
Palabra bastaba para seguir soñando.
Nuestro amor era
Como la salida del sol cada mañana,
Nosotros como pájaros libres, volando en
Derredor de su luz, de la vida, de la alegría
Que sentíamos al estar cerca uno del otro.
Parece que fue ayer, cuando sentados
Bajo esa fronda, frente al lago cubierto
De flores y de mariposas, nuestros sentimientos
Bogaban sobre esas diáfanas aguas
Y se elevaban sobre la copa de abetos y abedules.
Veinte años han pasado y cada año vengo
A dejar una rosa y un clavel en este paraje
Que ahora luce triste, abandonado.
Dejo escapar una lacónica sonrisa entristecida,
Pensando en lo que hubiéramos sido y nunca fuimos.
Delalma
2/08/2020
Comentarios1
Delalma, muy hermoso y nostálgico poema. Le felicito, un Abrazo.
Gracias por tu gentil comentario poeta. Te envío un abrazo fraterno.
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