Dudo que alguien pueda quererte más,
por la simple razón que no puede existir,
ni siquiera podría imaginarte,
mucho menos creer que existes.
Ávidos los besos lucen en tus labios,
furtivos sueños de noches azules,
frágil sonrisa eres impregnada en silencio,
como bellas lunas en la flor nocturna.
Tu andar de inquieto ángel,
vaga latiendo en mis entrañas,
enredadera apasionada que creces,
delirio de amor casi exhausto.
Los versos desnudos quedan,
palabras absortas, bellas, y gentiles,
descansan en feliz aposento,
mientras la noche aquieta nuestras almas.
Comentarios1
Ciertamente la noche es propicia a que salgan intensos versos.
Saludos, buen despertar.
Así es amiga, la noche es un gran misterio...
Abrazo para ti.
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