LOS TIEMPOS DE UN RELOJ.
Se batían los vientos por perseguirla, las nubes se agrupaban por acompañarla, la arena un monto sedoso parecía y el mar hacía gala de su voz dulcificada.
Se llenaban los días al estar su lado, todo se encendía más allá de un simple sol: por ella el ardiente rojo de unos labios hundía con besos los tiempos de un reloj.
Ir de su mano era ver el porvenir y dar por caminada la ruta del pasado. ¡Todo era más bello al tenerla junto a mí, sientiendo inacabable el beso de sus labios!.
Se había transformado en la magia, el milagro, en la dicha y la fuente de todos mis deseos: en toda mi vida se había transformado, en imagen divina llevándome a los cielos.
Se llenaban los días al estar su lado, todo se encendía más allá de un simple sol: por ella el ardiente tono de sus manos dejaban tenderse los tiempos de un reloj.
- Autor: Danny McGee. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2020 a las 20:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Libia Sophia RC, alicia perez hernandez, Shalom Ferrin
Comentarios2
Excelente escrito filosófico elaborado con detalles líricos intensos
Gracias, Gerardo, por tu comentario tan detallado de mi escrito.
Un gran abrazo.
Palabras dedicadas a la mágia y la dicha que brinda únicamente el amor.
Un abrazo amigo Danny
David
Buen día, David. Gracias por comentar. Que tengas un gran fin de semana.
Saludos, amigo.
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