Llega el amor insondable,
predominante y fecundo
que incrementa y enriquece
mi pobre y estéril mundo.
El redoble que ensordece,
como un clamor de campanas
y resucita el destello
de las pasiones tempranas.
Viene atrayente la diosa,
declama coplas de ensueños,
se adueña de mis sagrarios,
criba mi arena y mis sueños.
Se deja ver de mañana,
serena y frágil la rosa,
y entorna todos sus pétalos
dulce, ingenua y temblorosa.
Sutil se adentra en el alma,
ágil boga en mis arterias,
y desvasta en recorrido
murallas y periferias.
- Autor: vateignoto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2020 a las 03:36
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Diago
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