Místico …
Sus anaqueles de cedro; todas las paredes cubren.
Huero craneo contempla, por vacíos orbitales;
a otro, de él, su dupla; huecos inertes alfiles.
Su cavidad de poliedro, historias óseas narren;
ahora libres de males.
Cuero de cabra sus tapas; cual libro así operen,
con nonato pergamino; saber de otros mortales.
Mirándole alucino; en uno de los atriles.
Como un santuario palpas; ideas en mente corren,
para que siempre tuteles.
Trece mis años en vida; así grande o pequeño;
ventura y dolor mi pecho; fugaz cálido impulso,
aún mi alma anida; maravilloso pergeño.
Conocimiento conciso.
Espíritu al acecho; en obscuridad diviso;
la sabiduría nacida; rebuscando con empeño.
Toda mi mente su nicho; intangible paraíso.
Poderoso quitasueño.
Indiscreto compromiso.
Soy rebelde insumiso; el pensamiento adueño;
de voluntad indiviso; a realidad risueño.
José.-
- Autor: Jose.- (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2020 a las 23:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios2
Un dulce poema, con bellas imágenes plasmadas. Hermoso tu decir allí.
"Cuero de cabra sus tapas; cual libro así operen,
con nonato pergamino; saber de otros mortales.
Mirándole alucino; en uno de los atriles.
Como un santuario palpas; ideas en mente corren,
para que siempre tuteles."
Gracias Lucía; por aquí pasar y comentar
Saludos
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