Toda cosa sombría se diluye
en el cielo naranja del ocaso.
Cuando el ojo se alarga
y el oído se funde en el canto de las aves,
un gracias gigantesco se convierte
en la única palabra pronunciable.
Las miradas absortas se deleitan
con la emoción infante del asombro.
Y a través del correr de los relojes,
mientras el cerro pinta un arco iris
el corazón transita lo infinito.
Entonces, la mirada, se instala en las alturas
No pudiendo hallar justicia en el reproche
Y emerge como un fuego la alabanza.
No hay nada diferente a Dios en la Natura.
Solo el hombre es capaz
con un arma en su mano o en su boca
de borrar de un plumazo el paraíso.
andrea
- Autor: andrea (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de agosto de 2020 a las 01:22
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla, Texi
Comentarios2
"Borrar de un plumazo el paraíso"
un cierre perfecto, me impacto.
solo el hombre es capaz de llevarse puesta tanta belleza que nos rodea.
y a vos ni te cuento.
Como nos atraviesa el contexto che?
cada dia lo pienso y repienso más.
Tanto tanto, que con texto o sin texto, amo estar acá...jaja...gracias por la visita , negrito.
No es para menos. con esas fotos que sacas con los ojos. jajaja
que bueno esto, se me ocurrió algo, lo escribo, te dejo, chauuuuu
jajajaja
Estoy mas que de acuerdo con Ivan: ¨Borrar de un plumazo el paraíso¨Con un solo verso creaste un poema inolvidable. un placer saludaros!
Gacias Amaroz, alentador tu comentario!
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