Tras las banderas
los hombres caminaban
hacia el destierro.
Eran juguetes,
pequeñas marionetas
y poco más.
En sus ideas
dopadas y dormidas,
nada existía.
No había vida,
tampoco sentimientos.
Algo faltaba.
Un gran vacío.
La eterna nebulosa.
Alfa y Omega.
Y tú, temblabas,
pequeño saltamontes
de la campiña.
Con tus legañas,
y eterna miopía,
eso pensabas.
Una cigarra
dejaba oír su canto
en la pradera.
Y así soñabas,
con Patrias sin banderas...
¡Bella utopía!
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2020 a las 03:35
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Yamila Valenzuela
Comentarios1
Precioso poema!!!! Mejor dicho magistral poema, profundo, reflesivo, ritmico y melodioso. Un placer deslizarse por tus letras. Enhorabuena. Me ha encantado. Un fuerte abrazo
Gracias por tus palabras, Anaris.
Un abrazo y feliz día.
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