Ironía la nuestra, tanto miedo a la muerte
y andamos por la vida siempre de cacería
detrás del ser chiquito, que dentro nuestro habita,
matándolo un poquito, cerrándole la boca.
Su infancia, su inocencia , el juego, el asombro,
nos tensa , nos da miedo, lo creemos erróneo.
La adultez, genocida de ilusiones bajitas,
quiere matar al niño, su aliento, su energía
los sueños , la utopía, la magia, los colores.
Es urgente meterle la razón a las cosas
derrocar la intuición y dominar la risa.
Metidos en cuestiones muy serias , muy mortales
tras de logros terrenos, y poniéndole el freno,
a todo lo que inspira... lo ahogamos, lo dormimos.
Menos mal que ese infante que fuimos, su alboroto
sus ganas de vivir, de jugar , de salvarnos
lo motiva a avanzar,paciente , sigiloso
hasta atacar un día , de sopetón glorioso
y ojalá no sea tarde.
andrea
- Autor: andrea (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2020 a las 02:35
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla, Pajarillo, alicia perez hernandez, Willie Moreno, Vogelfrei
Comentarios2
yo me compre la escopeta con el corcho y el hilo para cazarme una tarde de bolitas y trompos cuando estoy distraido
Monumental como la cancha de River
jajaja...pero que la cacería sea para mimarlo y revivirlo!
Abrazo de mi niña despertando-me.
MUY INTERESANTE TU CONFRONTACIÓN CON LA REALIDAD Y CON LO QUE ESTA PASANDO.
SALUDOS, POETA
Gracias Alicia!, abrazo !
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