El viejo avaro
sentado en su mesa
mira el reloj
que implacablemente gira
segundo a segundo
quitando la vida
marcando nuevas ganancias
sosteniendo el universo
en días y noches.
Todo tiene un valor
y el dueño debe ganar
un segundo y otro más
gira el reloj del avaro
cada vez más viejo.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2020 a las 09:40
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Johanny de Jesus
Comentarios1
Ese afán por medirlo todo, la distancia, el tiempo, el dinero, el poder...
¿Se podrá medir la felicidad?...
Un abrazo.
Esteban
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