Musa de mi corazón, diosa encarnada en piel de mujer
Déjame besarte por segunda vez
Y transpórtame a los sueños eclipsados de nuestro apasionado ayer.
¿Sabes?... Anoche te soñé entre los delirantes atardeceres embriagados de placer
Y lucías tan hermosa, así con tu verdadera naturaleza.
Aún tengo vívido ese mágico momento
Vestías de fuego y alucinante pasión
que se combinaba con el hermoso negro azabache de tu cabello.
Te acercaste muy despacio hacia a mi
Con tu obscena mirada desnudando mi alma de una vez
Y te entregasteis toda esa noche.
Perfumaste con tus besos de mujer o de diosa no lo sé
Estos mis deseosos e insaciables labios
Que por los tuyos ardían de placer.
Y hoy que despierto con la plácida sonrisa dibujada en mis labios
Me doy cuenta que mi corazón late al ritmo del cántico de chocoyos en pleno frenesí
Sintiendo en mi piel el roce de una suave y fresca brisa
Que me ha llevado a las añoranzas de tus brazos oh dulce mujer.
Por eso en este mi cantar te pido...
Déjame esta noche adornar nuestro lecho de amor
De los fascinantes girasoles que verán como se funden nuestros cuerpos, en esa etérea pasión
Pues nada es más hermoso y excitante
Que tu voraz mirada observándome
Recorrer lentamente, con mis besos las delicadas líneas de tu exquisita piel.
- Autor: J Enoc Monrom (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2020 a las 17:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 58
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