Que se agriete, que se agriete el concreto, que no haya cordura para aquello que impida que emerja el milagro.Yo que a veces ví algunas sombras acechando mis pasos, mientras iba en busca de mis sueños, nunca retrocí la mirada, tampoco negué el silbido de la esperanza; aún cuando éste era apenas un balbuceo.
- Autor: Astronauta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2020 a las 14:35
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 5
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