Y allí estaba yo, de pie en uno de esos bosques donde andar en el no era el problema, el problema era salir de su inmensidad. A algunos metros reconocí una figura de espaldas, era el. Corrí hacia él mientras gritaba su nombre, pero mientras más corría, más se alejaba. Allí lo entendí, debía dejarlo ir, era lo mejor para los dos. Dolió, dolió ver cómo se iba sin mirar atrás y mi alma se dividió en mil pedazos. Me arrodillé en el suelo mientras las lágrimas empezaron a salir de mis ojos y lloré, lloré como nunca antes, cómo una madre cuando pierde a un hijo, cómo un bebé cuando le robas un dulce, lloré desconsoladamente mientras el tiempo pasaba. El sol se escondió y yo lloraba, la luna apareció y yo lloraba. Cuando ya no me quedaban lágrimas, me levanté con mi dolor inmarcesible y caminé en aquel bosque. Estaba infinitamente rota.
- Autor: -Mora Geralys (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2020 a las 21:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, ivan semilla, Vogelfrei
Comentarios3
El sol se escondió y yo lloraba, la luna apareció y yo lloraba... me gusto estos versos..
Gracias por compartir..
Gracias a ti por apoyar!
Gracias!
Cuídate!
Muchísimas gracias a ti.
que bella metafora de una perdida
de amor!
a veces no nos queda mas remedio que dejar ir
si vuelve es tuyo
si no, nunca lo ha sido
Dejar ir aunque duela! Gracias por tu apoyo 😊
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